Sin duda alguna el primer día en donde todos nos dirigíamos a la practica a buscar al maestro cooperador y los temas,nos permitió darnos cuenta de todo lo bueno de ser maestro y de lo difícil que también es, las veredas están un poco retiradas, pero se hace el deber de seguir con esta hermosa profesión que muchos escogimos para nuestra vida. Lo mejor de todo es poder dar así sea un poco de nosotros a esos niños que están en lugares un poco olvidados,pero que por lo general valoran más el estudio que muchos de los estudiantes de la cuidad lo que genera una experiencias muy gratificante para todos.
Muchos caminamos y la luchamos para poder llegar, pero esto se olvida después de ver la cara de alegría de todos los niños y el afecto con que nos reciben.